Rip out the wings of a butterfly
Podía notar como el sol pegaba en su cara. Pronto sintió como empezaron a calentarse sus mejillas. Bajó del coche. Sus tacones tocaban levemente el suelo, parecía que flotara; lo hacía con una gracia incomparable. Con cada movimiento de cintura su cabello rozaba la espalda.
Transcurridas algunas tazas de café y muchos cigarros más tarde, la noche tocó a su puerta. Se desnudó lentamente frente a su espejo. La luna parecía ser su única testigo. Llevó un nuevo cigarro a los labios, después se los mordió. Con cada bocanada de humo se escapaba un suspiro, un deseo y una de sus múltiples vidas.
Seguía desnuda frente al espejo. Sus pupilas estaban dilatadas. Pasó su mano fría por todo su cuerpo, estremeciéndose al contacto.
De la habitación continua emergía una canción. Tal vez de algún vecino, o de una radio vieja. Tal vez de su propia cabeza. Trató de bailar, pero no podía coordinar bien sus pasos, así que cayó sobre el piso.
No volvió a levantarse en toda la noche.
Joder...a ver que saca la gente de esto.
ResponderEliminarMagnífico blog, en lugar de "Historia de O" quizá podamos tocar en él a "Historia de A" o un grito sordo por la subsistencia entre un mundo de letras de Internet, las tuyas acarician una tarde cualquiera. Te felicito, no sabía que tuviera una vecina tan creativa.
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