-¿Qué es entonces lo que te atraía allá lejos?
-No quiero volver a pensar en eso. Nada... yo mismo.
-¿Pensabas entonces ser feliz lejos de nosotros?
-No buscaba la felicidad.
-¿Qué buscabas?
-Buscaba... quién era.
-¡Oh! Eres hijo de tus padres y hermano de tus hermanos.
-No me parecía a mis hermanos. No hablemos más de eso, aquí estoy de nuevo.
-Sí, hablemos todavía de eso. No consideres a tus hermanos tan diferentes de ti.
-Mi único cuidado será, en adelante, parecerme a todos vosotros.
-Dices eso como resignado.
-Nada es más fatigoso que comprobar la propia desemejanza. Este viaje, al fin, me cansó.
Aún sigo atrapada en mi propio agujero negro.
Que no sea la fuga lo que te de esas ansias.
ResponderEliminarUn saludo.
Me estoy leyendo todas tus entradas que no habia leidmo desde que "desapareci" de aqui y ahora quiero leer todas las entradas q he podido perderme de este gran blog... me siento tan identificada con esta entrada que nose ni muy que decir, simplemente gracias por escribirla.
ResponderEliminarForgotten Words