Nada es todo
Es una silenciosa tarde de viernes. Y a pesar de la hora digo es en lugar de ha sido, porque nada aporta más sensación de seguridad que ese presente, tan contundente, tan efímero. Que al mismo tiempo conjuga todos los tiempos y todos los estados, y tiene esa capacidad tan grande de engaño. Pero en los tiempos que corren es difícil separar la verdad de la mentira; vivimos en un constante simulacro de vida y acciones que apenas nos dejan distinguir entre el humo que difumina en manchas borrosas el paisaje. Por eso prefiero dejarme engañar por la literatura. Ella sabe que me miente, y yo me dejo mentir conscientemente. Prostitución de palabras. Y creo que es la mentira más cierta que jamás tendremos. Es por esto que esta tarde se merezca un homenaje de humo denso y copas de más en el más puro onanismo. Sin embargo ni siquiera soy buena siendo mala y son imágenes que jamás saldrán de mi cabeza. Pura ilusión. Como el silencio que ahora se rompe. De fondo se escuchan ruidos de martillo. Uno, dos, tres... es fácil llevar la cuenta. Tan fácil que resulta igualmente simple imaginar que es otra cosa. Es nuestro juego. Juguemos a que cada golpe es una furiosa embestida tuya. Uno, dos, tres... Si para tú paras, si empieza tú empiezas. Pero tampoco tienen que ser furiosas. Creemos contradicciones, juguemos con las palabras en nuestro propio lenguaje. Sabes que me gusta, otra prueba más de que nada es cierto. Así que pueden ser embestidas dulces, casi tanto como tú. Mejor, que sean dulces, como tu sabor; dulce y salado, cálido y condensado, descansa en mis labios. Pero todo es ilusorio, y sigue siendo una silenciosa tarde de viernes.
Que sería de la vida sin la magia y la gracia dr la imaginación ;)
ResponderEliminarForgotten Words
Fue agradable leerte. Las ilusiones es como el agua: casi todo es agua.
ResponderEliminarSaludos.
Cuando tengo de "esas tardes" me gusta pensar que no son mentiras, que son otras realidades, así las palabras se hacen menos "putas" =)
ResponderEliminarNacimos siendo nada para poder serlo todo. Debería bastar con eso. Pero ya nos conocemos, nunca es suficiente.
ResponderEliminarUn oso lejano que se acerca.