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viernes, 18 de julio de 2014

Norte y sur

        

Es ahora el momento de pa­rar­se a re­cor­dar que, co­mo mi pad­re so­lía de­cir, la fi­na­li­dad de la vi­da no es otra si­no la de p­res­tar­se a es­tar muc­ho ti­em­po mu­er­to hasta que realmente empiezas a vivir.


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jueves, 17 de julio de 2014

Nos sobran los motivos

        

Este adiós no maquilla un hasta luego, 
este nunca no esconde un ojalá, 
estas cenizas no juegan con fuego, 
este ciego no mira para atrás. 
Este notario firma lo que escribo, 
esta letra no la protestaré, 
ahórrate el acuse de recibo, 
estas vísperas son las de después. 
A este ruido tan huérfano de padre 
no voy a permitirle que taladre 
un corazón podrido de latir. 
Este pez ya no muere por tu boca, 
este loco se va con otra loca, 
estos ojos no lloran más por ti. 

[...]

Por las arrugas de mi voz 
se filtra la desolación 
de saber que éstos son 
los últimos versos que te escribo. 
Para decir "con Dios" a los dos 
nos sobran los motivos. 
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lunes, 14 de julio de 2014

Aún era de noche

        


Casi había pasado una hora, tal vez más, o tal vez solo unos minutos cuando nuestras miradas se encontraron. De repente el mundo dejó de existir como yo lo conocía y todo adquirió un tono mucho más brillante. Incluso por una vez el tiempo frenó en su ritmo inexorable. Tenías un color agridulce que traspasó mi estómago con la fuerza de cien huracanes; y todo lo que había desaparecido empezó a existir de nuevo. Nuestras sombras se fueron acercando para empezar con el baile de luces. Tintaron el ambiente de un color escarlata cediendo su sitio a nuestros cuerpos. Olías como las noches de luna llena, interminables y eléctricas, y tu sabor... sabías a cuando dejas de pensar y te dejas llevar.

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sábado, 12 de julio de 2014

Mil calles llevan a ti

        

No sé cuantas veces te habrás reído con mis bromas y yo no sé cuantas veces me habrán dado ganas de abrazarte. Tampoco sé como sigues siendo un funambulista sin red que sonríe mientras sabe que se juega la vida a cada paso que da, pero que no le importa. Y mientras mantienes el equilibrio me hablas de tejer la vida con señales del destino. ¿Somos así porque queremos o porque no hay nada más que ofrecer? Cada vez que te vas y los segundos nos separan me tengo que esforzar por adivinar donde estoy, donde estás tú y donde están todas esas cosas de las que me había olvidado.

Últimamente mis pies me piden correr. Y corro, vaya si corro, tan rápido que no logro ver las paredes donde tantas veces me doy de bruces.
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viernes, 11 de julio de 2014

2333 segundos

        

"El otro día, entre inquietos y sobresaltados sentimientos, decidí acercarme a tu ventana pensando que algo de ti aún estaría impregnado en aquel lugar rodeado de asfalto. Puede que alguna palabra suelta, un sentimiento fragmentado, quizás solo un pequeño recuerdo de algo estimulante… Ahora no es más que una calle ínfima, casi imperceptible, perdida en una ciudad deshabitada. Allí ya no queda nada. Pensaba, mientras me despedía de mí mismo, mirando de soslayo aquel lugar antaño común, que la vida es confusa y muchas veces arriesgada en nuestras decisiones, casi sin darnos cuenta podemos estar tomando un camino que nos distancia definitivamente de una persona a la que queremos. Y yo, mientras retomaba mi camino de vuelta a casa, me fortalecía y autoconvecía de que cada decisión es explicable, tiene su razón que mesura las circunstancias y a las personas en determinado momento… pero aún así te extraño."
   
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viernes, 4 de julio de 2014

La reina de las ranas no puede mojarse los pies

        


















El polvo se acumula en los rincones, pero eso no es excusa suficiente para no admirar lo que esto fue, lo que ha sido, para ti, para mí, para todo lo que una vez fuimos porque si observas atentamente aún se pueden ver pequeñas figuras danzando en el aire al ritmo pausado de aquellas melodías que por siempre resonarán en nuestros corazones, convertidas ya en ecos lejanos del pasado. Sí, me embarga la melancolía, para qué negarlo. Ya sabes que siempre me gustó regodearme en esos momentos tan melodramáticos, como si todo fuera una película y nosotros simples actores de segunda sobreactuados. Y espero que me disculpes, ¡es que a veces es tan fácil confundir realidad y ficción en un escenario tan pequeño! Por eso espero que también entiendas que aunque siempre digo "¡nunca más!" al final acabo regresando al mismo lugar, retrotrayéndome a esos momentos en que los recuerdos no eran en blanco y negro sino que fulguraban con colores brillantes y el silencio no lo cubría todo. Así que una vez más estoy aquí viendo como el orgullo y el tiempo lo cubren todo. Pero hoy sé que tú tampoco has olvidado y que mis huellas no son las únicas huellas porque, al fin y al cabo, mis recuerdos no son los únicos recuerdos. Y quien sabe, querida amiga, quizás una vez más esos recuerdos nos obliguen a encontrarnos.
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