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martes, 4 de julio de 2017

Elegí la vida

          ¿Quieres decir algo?   
No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.

No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.

No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.
Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.

No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.

No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.
Elegí aceptar el pasado.

No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.
Elegí el amor.

Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.

Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.

No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija…
…porque moriré viviendo.

Rudyard Kipling
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martes, 20 de junio de 2017

Miradas que nunca engañan

          ¿Quieres decir algo?   




Me resulta muy curioso cómo a veces los corazones rotos otorgan al final la posibilidad de un comienzo tan brillante. No eres quien solías ser. Pero eso da igual, porque no estás definido por los capítulos de tu pasado, esos en los que a veces aún escarbas. No, tú eres una historia de evolución. Una metamorfosis. Un mosaico que deja espacio entre sus piezas para que penetre la luz a través de ellas. Lo demás poco importa. Los que estaban destinados a encontrarse volverán a cruzar sus caminos, no importa la distancia; una y otra vez. Porque es un conexión que ocurre una vez en la vida, la única que te hace sentir vivo cuando se apodera de ti. Incluso en el silencio la sientes latir, pues ya no existirá más en ti ese vacío.

No sé porqué eres tú. Solo sé que cuando miro tus ojos es nuestra alma entrelazada quien me devuelve la mirada.


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viernes, 9 de junio de 2017

Tengamos una cita

        

Tengamos una cita, allí justo en ese lugar donde somos solo tú y yo, seres limpios de cualquier prejuicio, lejos de los miedos, y las cargas adicionales de historias grises vividas. Tengamos una cita a la hora que todos duermen, en ese instante donde el silencio es el sonido preponderante, y solo se escucha el susurro de un te amo, gusano. Tengamos una cita, con invitación por adelantado siguiendo el protocolo de mis ganas enormes de tenerte cerca, y tus ganas enormes de abrazarme tan fuerte. Ese abrazo que tanto protege y tanta protección pide al mismo tiempo. Tengamos una cita, justo donde los suspiros, desembocan en sonrisas y esa mirada que todo lo dice sin decir palabras mimetizados con el enorme placer de este silencio. Tengamos una cita, en ese lugar donde nos besamos por primera vez, donde tantos nervios quedaron atrás. La sensación de miedo desapareció. Disfrutemos de este nuevo encuentro donde poder vernos a los ojos es tan natural como único. Tengamos una cita con lo que más amo de ti, con estas ganas enormes que tengo de cuidarte, en ese punto donde rechazas mi atención y la reclamas con una sonrisa un segundo después. Tengamos una cita en donde soltar la parte gris que no nos gusta, para que podamos ser libres de seguir adelante sin carga adicional. Tengamos una cita en donde surja lo mejor de ti, y lo mejor de mí, con tanta naturalidad. Tengamos una cita, para caminar de la mano, por esas calles del pasado. Tengamos una cita para disfrutar cada paso, cada segundo, como un domingo de enero bajo el sol de invierno.Tengamos una cita para decirnos esas frases que tanto precisamos oír en persona, mirándonos a los ojos, antes de dormir (abrazados, aunque se te duerma el brazo.) Tengamos una cita, el día menos pensado sin invitación, rompamos la rutina, remontémonos en esa canción, caminemos solo para hacernos compañía, sin importar el entorno o la estación. Tengamos una cita, de esas que se pierden con el tiempo. Tengamos una cita, como lo hacemos siempre a corazón abierto, siendo solo nosotros sin importar el resto. Tengamos una cita, para contarnos siempre que sentimos, que soñamos, hasta que ardan las velas o nos de el cuerpo. Tengamos una cita, sin más rodeos.


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viernes, 19 de mayo de 2017

martes, 9 de mayo de 2017

He visto el amor de cerca

          ¿Quieres decir algo?   

He visto al amor de cerca,
lo he visto soñar en grande,
encontrar el camino en mitad del bosque.

Lo he visto batallar hasta el final,
aun sabiendo que todo estaba perdido.
El amor vino a abrazarme cuando estuve sola.
Cuando el resto optó por olvidarme.
Cuando malvivía a pensión de limosnas
bajo el abrigo del portal
de una casa donde no había nadie.

También lo vi traerte de la mano
aquel día cuando me di cuenta
de que si sonreías
habría fuegos artificiales en el cielo.

Por eso te quise.

Tú para mí nunca fuiste una casualidad.
Estás y no quiero dejarte ir nunca.

Encerraré tus demonios
y cuando todo esté en paz
te plantaré un beso
de esos con lengua,
de esos que dicen «no me olvides»
para que una parte de mi ruina
se quede en tu paisaje.

Porque sí, lo he visto.

He visto al amor caer del cielo
llenando mi interior de fuego y calma,
lo he sentido tocándome con tus manos
acariciando mis heridas con tu boca
y diciéndome que todo iba a estar bien.
Entonces te miro y me siento segura.

Sé que el amor no puede equivocarse
si me deja libre entre tus manos.

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lunes, 8 de mayo de 2017

Fracturas

          ¿Quieres decir algo?   

Deja que tu corazón se rompa.
En el transcurso de una conversación,
cuando escuchas esa canción,
en ese momento cuando la noche cae,
y antes justo de que salga el sol.
Mientras soplas al café,
al mirar los ojos de alguien
hablando de algo a lo que aman,
de alguien a quien aman.
Porque cuando nos rompemos es cuando estamos vivos.
En ese espacio de sentimiento
conseguimos expandirnos
y es entonces
cuando nuestra vulnerabilidad se abre
y alcanzamos la grandeza.

O al menos eso dicen.
La verdad es que a mí me duele demasiado
como para pararme a pensarlo.



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