Pss pss

¿Te gustaría quedarte?
Haz click aquí para seguir este blog.

.

.
Con la tecnología de Blogger.

Búsqueda

Escribe abajo lo que quieras buscar y presiona Enter

miércoles, 30 de noviembre de 2016

sábado, 26 de noviembre de 2016

De la costa al desierto

          ¿Quieres decir algo?   





Cada hombre y cada mujer que descubren el jazz, Schubert, Mercedes Sosa, la ópera o Sinatra. Cada persona capaz de descubrirse a si misma leyendo Cervantes, Withman, Tolstoi, Cortázar u otros. Cada individuo escuchando la voz que no tiene palabras tras recibir la espalda por querer ser. Por querer ser la ola, estrella, la chispa, el refugio del aliento, la biblioteca de los sueños. Cada individuo hecho fractales, trozos de ilusión, motas de polvo cayendo en un espacio hasta ser ladrillos. Cada persona guarda en su interior altas probabilidades de convertirse en una revolución, de despertar al mundo con una idea, alimentar las almas dormidas en nimiedades y rutinas, de inspirar a otros para alzar la voz durante el trayecto a la libertad, cada persona capaz de crear sin destruir, de amar sin herir, de tropezar y enderezar. Cada persona guarda en su interior altas probabilidades de convertirse en una revolución.





“Acuérdense que la revolución es lo importante y cada uno de nosotros, solo, no vale nada.
Sobre todo, sean capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia, cometida en cualquier parte del mundo.
Es la cualidad más linda de un revolucionario."
-Che Guevara


Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

martes, 15 de noviembre de 2016

~

          ¿Quieres decir algo?   



- Parece que el tiempo se despliega ante nosotros para que podamos estar aquí y gritar.
- ¿Sabes, cuando la gente dice: "Atrapa el momento"? No sé, empiezo a pensar que es al revés. Que es el momento el que nos atrapa.
- Sí. Sí, lo sé.
- Es constante. El momento es sólo...
- Es como siempre ahora mismo, ¿verdad?
- Sí.




Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

sábado, 12 de noviembre de 2016

Que no te olvide nunca

          ¿Quieres decir algo?   





Ahora que se escucha constantemente eso de “todos somos iguales” o “todos somos especiales” o “nada es mejor que nada”, conviene recordar que eso no siempre es cierto. Hay personas y PERSONAS.


Hay personas y personas porque hay elecciones y elecciones. Están esas, cotidianas, y ESAS que, aunque sea en un rápido y diagonal golpe de vista, se te quedan retenidas en la memoria. Siempre he creído que en la vida hay un listón, y que están los que pasan por debajo como en el limbo y los que pasan por encima haciendo un salto de altura. A la mayoría le asustan los grandes retos. Es una opción optar por el atajo, pero si lo haces, no presumas, pues aunque puede que llegues antes, nunca traerás la mochila tan llena como quien hace el camino necesario. Puede ser divertido, y eso está bien, pero el orgullo debe guardarse para cosas superiores (y el que realmente hace cosas superiores, no alardea, porque las cosas importantes no se muestran con palabras sino con actos.) Cuando no se aspira a la grandeza es porque algo hay apremiando la mediocridad. Detrás de cada conducta hay siempre algo que la refuerza. Cuidado con lo que aplaudimos. Nuestra vida es tan grande como aquello que admiramos.Y al final llegará un día en que la vida te pregunte ¿qué queda cuando te quitas el vestido?, ¿quién eres cuando te desnudas? De nada sirve el deseo si no lo acompaña la fantasía que evocan las vidas fascinantes. De nada sirve un brillante lazo si en el interior del paquete no hay nada. A nadie le enamora el vacío.



Por eso, a mí no me vengas solo con tu carita bonita. A mí dime algo que me cambie la forma de mirar la vida, ponme los ojos grandes y hazme sentir pequeña. Cuéntame tantas aventuras que sienta que me he perdido un millón de cosas. Dame ganas de comerme el mundo. Dime que sabes lo que quieres y que “o eso, o nada”; que ni te vendes ni negocias tus sueños. Dime que tu estantería no está vacía y que tu libro favorito no es un best seller. Hazlo con tanta pasión que me lo compre mañana. Dime que cuando puedes viajas, y que viajar no es lo mismo que hacer turismo. Dime que descubriste que el secreto de la felicidad no está en tener, sino en ser, crecer, dar y amar con valentía. Y dime que te partieron el corazón y que aún así lo pondrías sobre la mesa si se presentara la ocasión. No quiero un rato más, quiero alucinar contigo. No quiero mirarte, quiero admirarte. No quiero olvidarte, quiero que me dejes un surco después de beberte, como el café. Y, aunque quizás no pueda ser, aunque se acabe o aunque duela, quiero que el rato contigo merezca, si así fuera, una dulce pena.





Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

Prométetelo

          ¿Quieres decir algo?   

Tú que has ganado mil batallas. Tú que has sobrevivido a todo. A ti que te han dado palos. Y muchos. Y que tienes cicatrices por toda la espalda. Tú que sabes lo que es tropezar con una piedra. O con dos. O con más. Pero que también sabes lo que es levantarse y seguir avanzando.

Sí, tú. Dime que te vas. Dime que te vas a luchar por todo lo que quieres. Que vas a cumplir tus sueños. Sin mirar atrás. Dímelo. Y haz lo que quieras. Hazlo como quieras. Como te apetezca. Como te salga. Pero hazlo de tal forma que, si acaba, puedas decir “he intentado ser feliz, y muchas veces lo he conseguido”. Y que puedas alegrarte por haberlo dado todo en cada segundo, por haber dejado sudor y lágrimas. Y sonrisas. También.

Porque dicen que nada es imposible. Que solo hay personas incapaces. Pero tú no eres una de ellas, ¿verdad?. No. Tú vas allí, con fuerza, con ganas. Porque la vida te puede sorprender. Para bien o para mal. Pero aun así tú vas. Y que pase lo que tenga que pasar. Y que venga lo que tenga que venir. Y que si llega el fin del mundo, que no te arrepientas de no haberlo intentado.

Prométeme que vas a ir a dar todo de ti. Que lo vas a hacer. Prométeme que vas a ir para demostrar quién eres en cada lugar. Para dejar huellas, pero de esas que no se borran ni con mil años que pasen. Prométeme que no me defraudarás. Que no te defraudarás. Y que irás sin pensar en qué pasará. Sino disfrutando de cada paso que das. Que no te rendirás. Ni un solo segundo.

Hazlo. Venga. Atrévete. Porque tú puedes. Y que dure lo que tenga que durar, pero disfrútalo. Disfrútalo como si fuera para toda la vida. Que dicen que no pasa nada, pero es que mientras nada pasa, la vida se escapa. Y supongo que no querrás que se escape. Ni la vida ni nada. Así que venga. Vete. Pero ve a por todas.

Porque, si no vas a por todas, ¿a qué vas?





Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

miércoles, 9 de noviembre de 2016