Que el tiempo nos encuentre
Aguantaron hasta el final sin saltarse una sola parte del guión que llevaban repitiendo noche tras noche. Una actuación limpia, perfecta; ni un solo titubeo salió de sus labios, a pesar de que sabían que sería la última actuación de todas. Cuando se cerró el telón tampoco hubo ninguna señal anómala. Se quedaron fijos, quietos, mirándose a los ojos, hasta que el último espectador hubo abandonado su asiento. Entonces, y solo entonces, un leve suspiro improvisado se escapó inevitablemente de sus bocas. Ahora tocaba regresar a los camerinos y recoger las cosas. Pero, ¿qué pasaba con los recuerdos, con el estremecimiento, con los besos entre bambalinas.. con ellos? No. No podían huir y acabar con todo. Así que regresaron a sus posiciones. Ahora el eco devolvía todas las palabras pronunciadas noche tras noche en medio del silencio. Pero ellos se quedaron fijos, quietos, mirándose a los ojos, esperando que las luces se volvieran a encender, hasta que el tiempo los encontrase de nuevo.