Quizás sus ojos de fuego
quizás su piel de tierra,
tal vez sus cabellos atormentados,
quizás son sus labios los que por mi alma navegan
Y dime
tú,
mi angel de la noche
mi serenidad, mi guía...
¿Por qué cuando escucho tu voz
mi cielo cae a tus pies?
Callados, tan callados
y es entonces cuando mi alma siente