Una corrida en un azulejo.
Un escupitajo en el suelo.
Cualquier mancha seca.
Incluso las hojas muertas.
Pero hoy el Sol brilla, así que debería alegrarme.
Ya recuperaré mi vida.
¿De qué me sirve aprenderme las reflexiones de otros si nadie escucha las mías propias?
Pero a fin de cuentas todos somos extraños.
Corridas.
Manchas.
Y hojas.