Un crimen de arma blanca directo al corazón, un allanamiento de morada cardíaca, una violación de los derechos humanos más innatos en cuanto a la independencia intrínseca del ser uno. Eso es el amor. Shakespeare mentía. Todos mentían. Que ambas manos cojan los corazones del otro acariciándolos y aprisionándolos, cada vez más fuerte, hasta desangrarlos. Porque eso es amar, depender. Dar tu alma al diablo. Caminar sin motivos, sonreír sin razón, sentirte protegido en mitad de un huracán, que se queme todo y querer volverlo a incendiar… eso es amar.
Amar es depender, vivir y morir a la vez, amar es... creo que voy a robarle las palabras a Lope de Vega:
ResponderEliminar"Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe."
Pero sobretodo por la dependencia es por lo que más temo al amor.
Hay muchos tipos de dependencia, pero ésta no tiene porqué serla, llámala más bien relación.
Eliminar"Quien lo probó lo sabe"