Y mientras el barco se hunde, la gente lucha por intentar salvar sus vidas.
Sin embargo tú no. Tú contemplas impávido, y casi con arrogancia, como el nivel del agua sube.
No es de extrañar. Siempre quisiste morir y saber qué se siente cuando los demás lloran por ti.
Sin embargo tú no. Tú contemplas impávido, y casi con arrogancia, como el nivel del agua sube.
No es de extrañar. Siempre quisiste morir y saber qué se siente cuando los demás lloran por ti.
Hace ya mucho tiempo que no comentaba en tu blog. Y la verdad sea dicha: hace tiempo que no lo leía siquiera. Soy un egocéntrico y por ello voy a decir que me siento identificado, me siento el hundimiento de ese barco. Es gracioso todo esto. Las olas rompen la madera pero extrañamente esas mismas olas para mi son mi salvavidas natural. Yo un egocéntrico, vivo en mi propias sombra.
ResponderEliminar"La vida se consume en nosotros mismos. No harás nada por nadie, siempre estarás tu de por medio".
La muerte siempre ha suscitado cierto atractivo a ojos ajenos. Morir, vivir... qué sentido tiene si todo depende de un puto instante. A veces es necesario el ahogarse bajo la inercia de la vida para contemplar la realidad que nos rodea.
ResponderEliminarTres líneas y me has robado el corazón.