Pss pss

¿Te gustaría quedarte?
Haz click aquí para seguir este blog.

.

.
Con la tecnología de Blogger.

Búsqueda

Escribe abajo lo que quieras buscar y presiona Enter

lunes, 31 de octubre de 2016

Fracción

          ¿Quieres decir algo?   

El amor es algo más complejo que su obtención
a pesar de ello
nunca es entendido completamente
¿O es precisamente por ello?
Uno recuerda.
¿Cuántos años tenía?
No importa.
Para los recuerdos
la memoria se erige
como un hacha en un bosque
lleno de madera.
Madera de nosotros mismos.
En las corrientes y los contornos;
el tronco rugoso.
Haz una marca en mí.


Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

sábado, 22 de octubre de 2016

La vida no es un cuento

          ¿Quieres decir algo?   

Mira detenidamente la vida, parece que está muy lejos de ser "como esto". Examina por un momento una mente cualquiera en un día cualquiera. La mente recibe una miríada de impresiones: triviales, fantásticas, fugaces... o grabadas con la dureza del acero. Vienen desde todas partes, un incesante empujón de miles de átomos; y cuando se caen, cuando se golpean así mismos dentro de la vida un lunes o un martes, siempre suenan diferente a como sonaban antes. La importancia del momento puede no venir de ahí sino de aquí; por eso, si fuéramos libres y basáramos nuestro trabajo en nuestros propios sentimientos y no en convenciones, no habría argumentos. Ni comedias, ni tragedias, ni tribulaciones sentimentales o catástrofes en el estilo aceptado. Y quizás nada lo hubiera tenido. La vida no consiste en una serie de focos gigantes simétricamente colocados, no, la vida es un halo luminoso, una envoltura semitransparente que nos rodea desde el principio de la consciencia hasta el final.

Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

¿Por qué I.R.A?

          ¿Quieres decir algo?   
¿Por qué ira? ¿Por qué enfrentamos el instinto a la razón en lugar de dejar que convivan en armonía? Somos contradicción, una parte nos dice hazlo, otra parte nos dice no. Sabemos cuál es el camino, pero en vez de seguirlo, nos salimos; para luego quejarnos por habernos perdido. Inventamos escusas que convertimos en motivos. Confundimos lo que debimos hacer con lo que realmente hicimos y vivimos. Vivimos, deseando siempre algo que no tenemos y lo perseguimos; no hay uno solo de nosotros que diga que ha conseguido todo lo que un día quiso, porque no se puede, pero aunque no se pueda, insistimos. Y ese buscar "lo imposible" es nuestra bendición y nuestro castigo. Somos dueños de un montón de sueños. La decepción es el precio cuando se intenta agarrar el cielo, para ver que se te escurre entre los dedos.
Y somos eso, el deseo de ser como nos gustaría, sin poder llegar a serlo. Nuestra razón comprende límite, pero nuestro instinto se niega a verlo. Somos eso: seres imperfectos que sueñan con ser perfectos, y se recriminan a sí mismo sus defectos; que aplauden las grandes gestas, en vez de los pequeños gestos.

Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

miércoles, 19 de octubre de 2016

jueves, 13 de octubre de 2016

Pero ellos no despiertan porque no están dormidos

          ¿Quieres decir algo?   




Esos monstruos se apoderan de mí otra vez.

Pregunto al vacío sin esperar respuesta. Silencio. Mera derivación de un instinto que ansía tomar el control. Sabiendo que está en el interior de mi propio laberinto. El cuerpo tiembla y la mente lucha, pero es una batalla perdida de antemano. Ha sucumbido ante esta criatura, lo ha devorado sin un ápice de piedad. Fuera, se corta el viento; dentro, se escucha su rugido. La nube negra vuelve a sepultarme. Los pocos sonidos que llegan son como ácido sobre la llaga viva, y quema muy lentamente. El reloj no se detuvo, solo se congeló en el tiempo esperando pacientemente a volver a dejar caer todos sus granos. Dolor que causa dolor. Mientras mi mente cabalga sobre una sombra enloquecida en una estepa que se ahoga tragándose para siempre el horizonte

Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

Kamikaze

          ¿Quieres decir algo?   




Quise hacer una memoria que no borrara cualquier fallo del sistema.
Un archivo al que siempre pudiera acceder sin tener en cuenta lo imprevisible de existir.
Lo inestable de sobrevivir.
Quise reunirlo todo en un intento por conservar la entereza.
Pero olvide leer la letra pequeña.
Estaba demasiado concentrada en recopilar esos detalles preciosos que hacen de vivir un arte que supera cualquier tragedia.
Y le sobreviví a la vida.
Hice daño y me hicieron daño.
Y dolió. Me mostró que mi cuerpo y mi mente no me pertenecían.
Que solo era un caos contenido que podía estallar en cualquier momento bajo cualquier apariencia.
Que mi existir era tan precipitado como una de esas bombas que se accionan con cualquier movimiento.
Pero aun así puedo contemplar la vida y seguir pensando en que es la cosa mas bella que voy a poseer nunca.
Me alegro de ser una de esas personas que se arrojan al vació sin tener en cuenta lo maltrecho que les quedara el cuerpo después.
Uno de esos entes procaces que han llegado a su limite antes aun de conocer el significado de este.
Esos que se caducan antes de fecha a fuerza de probarse asi mismos hasta agotarse.


Si me extingo, si me marchito antes de tiempo. Si a veces me pierdo, si no me contengo.
Si ves que mi caminar firme y seguro se vuelve lento.
Si me ves caer. Si ves que mis flaquezas son un abrigo que no me calienta en invierno.
Si me he vuelto uno de esos textos encriptados de difícil comprensión.
Si alguna vez quererme se vuelve algo fraudulento.
Quiero que sepas que lo intento.


Nadie me enseño a vivir. He ido aprendiendo a caminar a fuerza de superar obstáculos, andando ciegamente entre multitudes buscando un rastro de mi misma. Golpeándome con lo afilado de mi sombra. Queriendo aquello que esta hecho para subtitular todas las palabras de amor para las que no hay transcripción.

Quiero que sepas que lo intento.


Me quede atascada en el verbo pero sigo pronunciando cada día.
Recordándome palabras.
Subrayando lo que me sobrepasa.



Buscando un poco de paz en todos mis infiernos.


Porque tenia miedo de que el tiempo me devorara. Porque se me agotan los segundos cuando todo se paraliza a mi alrededor. Porque un te quiero es un arma mortal , un trabajo de riesgo sin seguro, una trampa para inexpertos.




Y yo quiero querer con esa certeza de poder desnudarse sin miedo a que la mirada ajena sea esa luz que deje a la vista la flaqueza y no las envuelva luego.
Con esa certeza de saber que los ojos son un vació que ha olvidado lo que significa mirar.
Que simplemente cubren lo que no comprenden. Que encuentran un todo en la nada.
Que aman deprisa para no congelarse por dentro.



Porque esa es la única forma de vivir que tengo. La única que conozco. La única que quiero.


Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

martes, 4 de octubre de 2016

Vértigo

          ¿Quieres decir algo?   

Quiero que nos hagamos palabra para perdernos en el calor de nuestras metáforas, siento la necesidad de que recorras con tu lengua y tu tacto mis frases, y que nos perdamos en la mirada de deseo que siempre nos sonroja. Persigo el sabor de tu saliva que no he probado, la extensión de tu piel que desconozco. Ambiciono escuchar tu voz tibia en medio del susurro de la intimidad. Deseo sentir tus movimientos y que en constancia con los míos inventemos figuras hasta que se enreden nuestros cuerpos.
                                          
                                             
Sé que esto no es lo correcto, pero necesito caer en el vértigo
Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+

sábado, 1 de octubre de 2016

Torturador y espejo

          ¿Quieres decir algo?   

Mirate
así
qué cangrejo monstruoso atenazó tu infancia
qué paliza paterna te generó cobarde
qué tristes sumisiones te hicieron despiadado
no escapes a tus ojos
mirate
así
dónde están las walkirias que no pudiste
la primera marmita de tus sañas
te metiste en crueldades de once varas
y ahora el odio te sigue como un buitre
no escapes a tus ojos
mirate
así
aunque nadie te mate
sos cadáver
aunque nadie te pudra
estás podrido
dios te ampare
o mejor
dios te reviente.

Mario Benedetti

Compártelo si te gusta:    Facebook Twitter Google+