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sábado, 31 de enero de 2015

domingo, 25 de enero de 2015

Yo era un lobo, y ella, mi luna

        









Abramos el balcón,
aullémosle a la luna
estirados de cuerpo para arriba,
hermosos como lobos
que ahora entienden el rumbo del que vienen,
que ahora saben el tiempo en el que habitan.
Que también es hermoso amarse en la memoria
y en la complicidad,
huyendo de la lluvia
de una vieja ciudad,
recién enamorados todavía.










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sábado, 24 de enero de 2015

Perfección

        


































¿Se trata de una relación de pareja? ¿De amor?
Por supuesto que sí. Quiero besarla cada vez que la veo.
Quiero arroparla en la cama, protegerla, abrazarla, y poder acariciar su cara todas las mañanas.
¿Se trata de sexo? ¿De placer?
Sin duda. No hay nada más placentero que sentir como poseo todo su cuerpo.
Me encanta verla retorcerse con esas contorsiones increíbles y oír sus gemidos desesperados, escuchando como suplica por un orgasmo, y luego vuelve a suplicar aún más fervientemente, rogándome que pare, sabiendo que no lo haré. Es tan exquisito y fascinante.
¿Se trata de castigos y esposas?
Lo es realmente cuando miro el brillo de sus ojos y noto como en su interior lucha contra sí misma.
Escuchando como grita y se revuelve contra las ataduras.
Eso es la belleza en realidad. Y puede ser todas esas cosas y más.
Y a veces, todo al mismo tiempo.



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viernes, 23 de enero de 2015

jueves, 15 de enero de 2015

Síntomas de la catástrofe

        






Se comenzó a producir una ansiedad insaciable; no paraba con nada. Mis manos sudaban sin cesar. Un cigarro tras otro pasaba por mi boca; mi cuerpo temblaba, no lo podía detener. Me desesperé tanto que pensé en arrojarme por la ventana. Volar, ser libre, un par de segundos y luego nada.  La abrí. Pude sentir como el viento levantó mi falda, y mientras los lunares adquirían vida propia tuve un momento de claridad. Caí sobre la cama y cerré fuertemente los ojos. "Pobre niña retorcida" pensé. Cogí el poco dinero que tenía en el pantalón del día anterior y abrí la puerta .


Al salir a la calle quería correr, huir de todo, pero los tacones me lo impidieron. El frío comenzaba a entrar a través de mi ropa. El sol ya se había ocultado, los niños habían dejado de jugar en el parque, las tiendas ya estaban cerradas. En un callejón oscuro tomé asiento. Era tranquilo. Las luces iban y venían, dándose paso cadenciosamente como en un extraño juego pautado. De mi bolsillo derecho cogí el ultimo cigarro que me quedaba; lo llevé hacia mi boca, quedó manchado por el rojo que cubría mis labios.


Llegó un punto en el cual no soportaba el frío. Tuve que regresar a la realidad.


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jueves, 8 de enero de 2015

lunes, 5 de enero de 2015

4 leyes de vida

        

Primera ley: La persona que llega es la persona correcta. Es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

Segunda ley: Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido. Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el “si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para aprender esa lección y seguir adelante, aunque mente y ego se resistan a aceptarlo.

Tercera ley: Cualquier momento que comience es el momento correcto. Todo comienza en el momento indicado, ni antes ni después.

Cuarta ley: Cuando algo termina, termina. Simplemente es así. Si algo terminó es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.


Ahora solo espero que no se me vuelvan a olvidar.

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viernes, 2 de enero de 2015

jueves, 1 de enero de 2015

Mi prosa en tu verso

        





Ya sabes que soy un desastre con las fechas. 
Y es que está demostrado que lo mío no son los números, 
tal vez los momentos. 
Cada vez que a mi cabeza se le antoja 
revivo la primera vez 
que te solté un te quiero.




























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